El tema
de la concesión del voto femenino en España fue una cuestión polémica mucho
antes de su discusión en el Parlamento.
Desde finales del s. XIX aparecen
escritos sobre el sufragio femenino, pero es hacia 1920, con la aparición del
movimiento feminista organizado, cuando el tema se convierte en relevante.
Clara Campo amor de ideas
claramente republicanas, fue elegida Diputada en las Cortes Constituyentes (en
las cuales las mujeres podían ser elegidas, pero no podían votar) de la
República por la candidatura de la Coalición Republicano-Socialista (1931). Fue
miembro de la comisión encargada de redactar el proyecto de la Constitución,
presidida por el socialista Luis Jiménez de Asúa, y de otras comisiones; no
faltó a ningún debate en el que se hiciera referencia a la mujer: ley de
divorcio, inscripción como legítimos de los hijos e hijas habidos fuera del
matrimonio, reforma del Código Penal, investigación de la paternidad, admisión
de las mujeres en carreras derivadas del título de abogado ….